Casarse con el diablo, de la boda de Tamara al cumpleaños del turronero

La boda de Tamara
La boda de Tamara: la última portada de Hola antes del gran día

Hoy es sábado, 8 de julio de 2023, y hace aproximadamente trescientos años a la duquesa de Montellano, antepasada de Tamara Falcó le encargaron, según cuento en mi libro Los Borbones y el Sexo, ocuparse de la educación de Luisa Isabel de Orleans, la reina niña, díscola y exhibicionista, a quien casaron con Luis I, el hijo mayor de Felipe V, quien reinó en España durante un breve periodo de tiempo. . Silvia Casasola, presentadora del programa La Rosa de los Vientos, me hizo una entrevista sobre ella. Aquella buena señora, duquesa consorte, nacida Luisa de Gante y Sarmiento llegó a intentar dimitir ante la que le vino encima. Aunque Tamara, tan pía, tan católica, tiene muy poco que ver con aquella jovencita-siendo apenas una adolescente maduró de golpe cuando su marido agonizaba de viruelas-, es seguro que su tatatatatatarabuela se haría de cruces ante la llamada boda del año por la que su ilustre descendiente se va a embolsar mucho más de un millón de euros. Las cifras que se han dado no me las creo, porque se quedan cortas para una persona tan pía, tan católica que va a banalizar un sacramento de semejante manera.

Tamara, descendiente de un grande de España, ha tenido siempre un problema: los de infantería no llegaban (un día dijo que jamás podría casarse o enamorarse de un fontanero) y los de caballería se pasaban. El resto de la nobleza española y la alta sociedad han mirado siempre por encima del hombro a la hija de un grande de España a quien su madre dejó por un ministro socialista. Por eso su padre, con la aquiescencia de sus hijos mayores, nacidos de su primer matrimonio con Jeannine Girod, le dejó a ella el título.

Tamara no se ha casado ni con un fontanero ni con un duque, ni tampoco con el diablo. Sería darle demasiada entidad a ese niño pijo de ojos semi verdes en quien la jovencita ha puesto todas sus esperanzas para ser madre y formar una familia hasta que la anulación los separe. Ese niño, bastante más joven que ella, que se permite el lujo de llamar psicópatas a los periodistas que le persiguieron.

“Hasta que la anulación los separe…”

Lo de casarse con el diablo es una frase hecha que me viene al pelo. Con la que está cayendo, con las elecciones a la vuelta de la esquina, la inflación, la guerra, etc… famosos y no famosos están deseando casarse con el diablo. Un señor con condenas e imputaciones, una de ellas relacionadas con el caso Carlos que salpicó a María José Campanario, fue ensalzado como un santo en todos los programa de televisión tras invitar a tres mil personas entre las que figuraban grandes celebridades y personalidades de todo el arco político y artístico. Y llevamos hablando meses de una chica que llegó a hundir en la miseria a su novio y a su familia por unos cuernillos en un desierto estadounidense como si apestara a azufre.

Esta mañana he sacado a la perra a dar un paseo por la cañada soriana, a la salida de mi casa ha empezado a aullar cuando ha visto a un perrillo más joven que ella que ha pasado de ella, así como su dueña de mí. Quería olisquearle el culillo, y le he dicho: !Estate quieta Sia, muestra algo más de dignidad!

Definitivamente la hemos perdido todos, y no estoy hablando de Tamara. Dios me libre de comparar a esta muchacha con mi perrilla, y al corsario del barrio de Salamanca o donde quiera que viva con Satanás.

¿Es Tamara tonta o se lo hace?, me preguntan. Es lista como el hambre. Recuerdo que una vez, en el antiguo Pachá, patrocinaba unas planchas para el pelo, y parte de sus beneficios estaban destinados a la lucha contra el cáncer de mama. Yo no sé si entonces llevaba alcachofa o casette, pero en lugar de preguntarle por la buena obra le entré por un reciente accidente de tráfico en el que entró hasta dentro de un Starbuck de la calle Fuencarral, y de otro semejante. Creo que ella también se sacó el carné en la autoescuela de los famosos de Cuenca. Torció el gesto, estábamos allí para hablar del cáncer de mama. Tengo cara de boba, los ojos redondos como ella, y soy fácilmente subestimable, le solté un “croché” que le hizo torcer la mandíbula: “¿ Cuánto te has llevado por promocionar estas planchas, y cuánto se va a destinar a la lucha oncológica? “

De inmediato llamó a su manager, que entonces no era Susana Uribarri, y tras cuchichear, empezó a hablarme de coches, del famoso accidente, de cómo se conduce en Estados Unidos, solo le faltó enseñarme la braga faja que lucía ese día que le hacía una figura maravillosa. Por cierto… Yo no fui a la fiesta del turronero ni me regaló nadie un bolso de Ubrique, pero me gustaría que me dijeran que crema o que procedimiento ha usado o usa su señora para lucir un escote tan maravilloso. Tengo varias amigas que han adelgazado que andan buscando cirujano o algún ungüento milagroso, del de la Preysler no se fían.

Hoy me he acordado de una frase genial de Pipi Estrada: “La dignidad es un perfume muy caro”, y algunos se creen incluso, decía, que es “la capital de Trinidad Tobago”.

1 comentario
  • Morci
    julio 8, 2023

    Que bueno ! Me encanta la parte de la perra

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