1 comentario
  • manu
    enero 11, 2010

    Isabel Gemio tiene, como cualquier personje público, densores y detrctores, pero lo que no consibe es que un miembro de su familia la venda y sea su propio pafdre quien tenga que recriminarla.
    Bochornoso el epectáculo de Salvame de luxe, amparando unas acusasiones de una “individua” despechada y como contrapunto la declaración de Isabel Gemio, ofreciendose nuevamente a ayudarla, a pesar de ello.
    Esto justifica que no todos somos iguales.

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