Historias francesas (II)

domingo, octubre 5, 2008 15 0

El viernes pasado estuve hablando con un amigo y compañero de trabajo  sobre los lugares, las calles y los monumentos que, sin saber por qué, nos provocan una sensación inexplicable, producto no de la impresión estética sino del presentimiento de que en ellos, en otro tiempo, ocurrieron acontecimientos de una enorme intensidad.

Palais Royal

Palais Royal

Mi amigo se va a París y le he prometido un post sobre uno de esos lugares, la plaza del Palais Royal, cercana al Louvre y a la Rue Rivoli. Aparecí en ella callejeando, sin saber muy bien donde estaba. Adornada por unas columnas con franjas negras y blancas, obra del escultor contemporáneo Daniel Buren, me senté en una de ellas y no había quien me moviera de allí. Pese a estar situada muy cerca de las calles con los comercios más caros de París, sus soportales son absolutamente decadentes, con algunas tiendas de soldaditos de plomo o de ropa vintage en las que apenas entra casi nadie.

La plaza respira, algo late en ella, o al menos esa fue mi sensación. Volví en dos ocasiones durante los 15 días que estuve en París a recorrerla, ya informada sobre  su historia. Fue un centro neurálgico durante la revolución francesa y Luis Felipe de Orleans, propietario del Palacio, abrió al público sus soportales no con ánimos filantrópicos, sino para obtener dinero. Alquiló los locales de la plaza a burdeles y casas de juego. La plaza llegó a convertirse en uno de los lugares más sórdidos de París, y muchos jugadores se suicidaban allí tras haber perdido todo su dinero.

Allí continua el Grand Vefour, el restaurante más antiguo de París, frecuentado por por personalidades como Camille Desmoulins, quien, frente a sus puertas lanzó el grito de arenga que condujo a la toma de la bastilla. Os dejo una foto de la carta del restaurante, es imposible vislumbrar su interior desde fuera. Tiene tres estrellas Michelin y muchas cortinas de batista que protegen la intimidad de los clientes. Lamento no haber podido almorzar dentro para ofrecer más detalles.

Restaurante Grand Vefour

Restaurante Grand Vefour

La página web del restaurante me parece un poco hortera, y no es resentimiento por que no me dejaran hacer una foto del interior. Me parece un poco ridículo ofrecer toda la lista de nombres de personas que se han sentado en sus mesas…¿ A quién le importa sentarse en la misma silla de Sartre, que estuvo, a juzgar por los folletos de otros lugares, en todos los bares de París?

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15 Commentarios
  • martacibelina
    octubre 9, 2008

    !Que grande era Victor Hugo! !Y qué miserable en algunos aspectos de su vida!

  • Armiño negro
    octubre 6, 2008

    Claro que es interesante saber que culos se sentaron y hasta los pedos que se soltaron.
    Que por muy ilustres que fueran, tambien lo hicieron.
    ¿Guardan aún el perfume embriagador…?

  • .
    octubre 6, 2008

    Pues a mi me parece curioso e interesante que digan cuales son los famosos culos que han ocupado las sillas.

  • Armiño negro
    octubre 6, 2008

    Un lugar también incomparable de París es el Marais, que desde hace unos años revivió, pero que en todo momento fue interesante.
    La Plaza de los Vosgos, y la casa Museo de Victor Hugo, consiguen trasladarte al siglo XIX, por su atmósfera y ese ambiente tan burgués en el que se movio toda su vida un escritor de vida burguesa y de pluma incendiaria…
    Esas contradicciones, en las que cayeron tantos grandes!

  • V_V
    octubre 6, 2008

    A mi también me gustan más estos post. Sobre todo porque te muestran lugares y cosas en las que de otro modo no te fijarías (o sí, pero que se pueden compartir).

    Había un relato en el que las ciudades eran seres vivos y las personas solo sueños de las ciudades. En ciudades como Paris eso debe ser bastante creíble.

  • tonya
    octubre 5, 2008

    joe a mi eso me ocurría por todo paris, te ponias a mirar desde el sagrado corazón ahi sentá en ls escalerills y decias madre miaaaaaaaaaaaa, o en el cementerio del monparness (como se escriba ke no kiero mirarlo en el google), q ya hay que estar´pallá pa ir de vacaciones de tumba en tumba, pero paris es superideal. No viviría allí jamás pero me encantaría poder ir una vez al año una semanita, si puede ser de primavera verano que el frio q yo he pasado allí no lo pasé en ningun otro lado.Y ese barrio latino..oyss..qué añoranzas..

  • martacibelina
    octubre 5, 2008

    No lo sabía, gracias por el dato, Armiño.

  • Lola
    octubre 5, 2008

    Gracias por la información, ya se a donde nunca iré a comer si visito alguna vez París.

  • Armiño negro
    octubre 5, 2008

    Esos horteras se han perdido poder añadir tu nombre, el nombre de una celebridad gloguera a los de toda esa panda de fantasmas difuntos.
    ¡Peor para ello!
    ¿Sabias que en ese mismo lugar, en un apartamento del Palais Royal, vio pasar sus ultimos años la sin par Colette?
    Mucho mejor que Sartre, donde vas a parar!

  • C. Ruiz
    octubre 5, 2008

    Claro que la silla de Sartre es importante. Al igual que esos lugares que transmiten una gran intensidad por la historia que vivieron, también los objetos nos dejan el intenso recuerdo de quienes los poseyeron.
    Interesante post. Saludos

  • martacibelina
    octubre 5, 2008

    Un menú , Lola. A la carta te puede salir pore 180 euros muy facilmente.

  • Lola
    octubre 5, 2008

    Hola, no entiendo francés ¿qué es lo que cuesta 88€?

  • encarna
    octubre 5, 2008

    Que bien cambiar del “cuore” a esto. Es una pena que no haya mas gente culta en esta bendita españa…..

    Pero mejor esto que nada. Gracias Marta.

  • carlos
    octubre 5, 2008

    Pues a mi me ha parecido un post muy interesante

  • Eva
    octubre 5, 2008

    estos patetismos ya rozan el limite de lo indecoroso
    http://www.solitasencasa.com (Eva)

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