El blog de Marta Cibelina

Tita Cervera, Borja y Blanca Cuesta

Ni sí, ni, no, ni todo lo contrario. La revista ‘Hola’ dedica esta semana su portada a Carmen Cervera y a Borja Thyssen con motivo de la polémica de la que os tuve que hablar con mucho cuidadín en un post anterior: la identidad biológica del padre de las mellizas de Tita Cervera. Lo de ‘Hola’, a quien ningún miembro de esta peculiar familia va a poner ninguna querella por hablar del tema, es muy fuerte. Señalan que Mientras Borja Thyssen desmiente los rumores que le atribuyen la paternidad de las mellizas adoptadas por su madre, la baronesa guarda silencio y añaden que “hay ocasiones en las que el que calla otorga. Pero en este caso, el silencio da pie a la incertidumbre”. El reportaje, muy bien redactado, tiene miga.

Señala también la revista donde la baronesa ha publicado sus desmemoriadas memorias que a Carmen le gustaría aclarar el tema porque siempre le ha gustado ir con la verdad por delante.

Y yo me pregunto, con mucho cuidadín, ¿Por qué es tan importante conocer los nombres y apellidos de los dos espermatozoides y no los de los óvulo? ¿Por qué no sale la madre de alquiler también en las fotos peinada por Cheska y vestia por Nati Abascal?¿Qué interés puede tener un progenitor en aclarar ante la opinión pública algo que sólo atañe a sus hijos? He estado indagando sobre el asunto y un psiquiatra me ha comentado que es recomendable que los niños nacidos con esperma u óvulos donados o prestados conozcan la verdad, ante el trauma que podría ocasionarles averiguarla de forma accidental.  Lo lícito, desde luego,  es informarles a ellos antes que publicitarlo en la prensa.

No quiero ni puedo  creer que la baronesa haya recurrido al semen de su propio hijo para satisfacer sus necesidades de ser madre y abuela a la vez. Una psicóloga con el  que he hablado exclamó cuando se lo comenté: “!Es imposible!!Es perverso! En todo caso sería más explicable y natural que húbiera recurrido al mismo padre con el que tuvo su primer hijo”.

En el mejor de los casos, sería sencillamente cutre, por mucho que la revista Hola sostenga “que es hasta cierto punto explicable, que, si se tiene la posibilididad, se busque una línea consanguínea y cercana en los descendientes”

No creo, ya digo, que Tita haya sido tan poco generosa de saltarse todas las barreras morales para que la herencia quede en la familia y volver a perpetuarse. Especialmente si se tiene en cuenta la enorme generosidad del barón Thyssen, que trató a Borja como a un hijo cuando intentó acordar el reparto de su herencia con el resto de la familia.

Mira que me caía gorda Angelina Jolie. Me encantarçia preguntarle su opiniçon al respecto.

(Mr. Litchfield, autor de la ‘Historia Secreta de los Thyssen, ha escrito a este blog afirmando que Borja no fue incluido como heredero en el reparto final de la herencia’. Lamento la confusión. No tengo perdón porque leí su libro. Le he preguntado si Borja firmó algún tipo de acuerdo con su madre por haber renunciado a sus derechos)